Resumen:
Las Pequeñas y Medianas Empresas (PyMEs) que actúan de forma individual, suelen tener grandes dificultades para lograr permanecer en un sector económico cada vez más competitivo. Esto, no solo se debe al entorno, sino también a las características intrínsecas de este tipo de organizaciones, relacionadas con el tamaño y la escala de operaciones.
En este escenario, surge la asociación como una herramienta de la cooperación, en donde las micro, pequeñas y medianas empresas aúnan sus esfuerzos para sortear los obstáculos que se presentan en el mercado, derivadas del proceso de globalización.
Es así, que las PyMEs dan inicio a una etapa de introspección en su sistema o estructura organizacional y al mismo tiempo se llevan a cabo interacciones con el contexto o ambiente en donde se despliegan, generándose diversas formas de los acuerdos de cooperación, como ser redes, alianzas, consorcios y / o asociaciones en pos de afrontar amenazas y capitalizar las oportunidades.
La figura del consorcio de exportación es un concepto estratégico difundido para que las PyMEs puedan insertarse en mercados externos, esto se demuestra a través de la existencia de programas, capacitaciones, e incentivos, promoviendo este tipo de figura por parte de organismos y entidades para el fomento de exportaciones en los diferentes sectores económicos.
A pesar de las ventajas que demuestra su aplicación, se conoce escasamente su potencialidad en el ámbito de la exportación de servicios turísticos.
El presente trabajo de investigación se centra en la figura del consorcio de exportación como herramienta legal y asociativa que permite mejorar la competitividad sistémica de las PyMEs turísticas. De esta manera, se describe y analiza una experiencia de implementación del consorcio de exportación con perfil turístico, “Al Sur del Nahuel Huapi”, con el objetivo de evaluar qué aspectos pueden ser trasladables a otros casos.