Resumen:
Y en la literatura y en el ensayo –considerado como
género literario-, el autor adopta una valoración en
los márgenes. No la literatura de suplemento ni la
de la industria, sino aquella cuya raíz tiene un alto y
fundamental componente ético. Para Flynn, estética
y ética van de la mano: lo bello es bueno; lo bueno
es bello. Lo contrario es especulación, juego vacuo.
Temas y estilos diversos: la narración histórica o el
monólogo de un delincuente menor –un ladrón
“perejil”- más el resurgimiento de un maestro del
ajedrez.
Versos y relatos, no poemas y cuentos. Alejandro
Flynn elige la artesanía, y así la nombra, para
describir el mundo de los marginados, de las
víctimas de la maquinaria social e histórica, de los
pequeños cuya anécdota nunca llegará a la crónica.
Es que no es la suya una mirada exterior,
periodística.