Resumen:
La turbiedad es un aspecto relativo a la aceptabilidad del agua potable ya que su presencia
disminuye la confianza de los consumidores, genera quejas y, lo que es más importante, puede
conducir al consumo de agua de fuentes menos seguras.
Los fenómenos climáticos pueden producir en algunas regiones elevados valores de turbiedad
en las aguas superficiales, exigiendo que los procesos de potabilización respondan a estas
variaciones y produzcan agua dentro de los parámetros de calidad establecidos.
Los eventos de turbiedad afectan la eficiencia de los procesos de potabilización y la calidad del
agua tratada, siendo la etapa de filtración la más sensible. Para hacer frente a situaciones de
elevada turbiedad del agua cruda, los sistemas de potabilización con captación directa deben
contar con tecnologías más complejas y generalmente más costosas.
En pequeñas comunidades, donde los recursos son muy limitados, un sistema de
potabilización con elevados costos de instalación y funcionamiento puede ser una alternativa
difícil de concretar y sustentar, por ello se proponen alternativas de participación comunitaria
desde la gestión integral del agua, además de opciones técnico operativas.
El análisis de la situación en la que opera la planta potabilizadora de la localidad de Chos Malal
(Argentina), permitió determinar cuatro niveles de operación para valores de turbiedad del
agua cruda que pueden superar las 10.000 UNT. Este estudio permitió establecer los
lineamientos para el diseño e implementación de programas de control y alerta, que
establezcan una metodología y procedimientos destinados a afrontar las situaciones de
desabastecimiento de agua potable, derivados de la variabilidad en la turbiedad del agua
cruda