Resumen:
El siguiente trabajo se presenta como finalización de la carrera de posgrado
Especialización en Didáctica de las Ciencias Sociales1 dictada por la Facultad de
Ciencias de la Educación (FACE) de la Universidad Nacional de Comahue (UNCO).
El mismo reúne algunos de los temas, conceptos y problemas de los seminarios cursados
en la Especialización y comprende una propuesta de enseñanza de la historia para la
escuela media.
Transitar la Especialización significó una considerable contribución a mi formación
profesional y disciplinar. En su desarrollo, cada seminario posibilitó el encuentro con
colegas de otras disciplinas y territorios y ofreció la oportunidad de intercambiar
experiencias, identificar problemáticas comunes y particulares, y diseñar alternativas de
enseñanza. También constituyó un espacio para la renovación teórica y para el debate de
viejos y nuevos problemas en la enseñanza.
En este sentido, la propuesta retoma intercambios y aportes teóricos del posgrado y
asume el desafío de convertir la reflexión en un eje fundamental para la construcción del
proyecto de enseñanza. Como lo expresa Pagés (2012), “enseñar supone la realización
de un acto reflexivo que exige pensar en y sobre la acción, es un acto interactivo y de
comunicación que se inscribe en una relaciones humanas de ayuda y de mediación, es
un acto complejo que incluye distintas tareas que exigen un amplio abanico de
competencias, y es un acto ético impregnado de autonomía y que reviste un carácter de
servicio a la comunidad” (p. 6).
Considero que enseñar supone un acto político. No es posible una educación que no sea
política en tanto toda decisión pedagógica implica ponderaciones y omisiones que
tienden a favorecer la reproducción del orden social ó a promover el aprendizaje de
capacidades críticas y transformadoras (Santisteban, 2011). “Neutralidad y política se
repelen mutuamente, y cualquier intento de reunirlas es una quimera o una estafa”
(Siede, 2007, p.1). En todo caso, de lo que se trata es de poder intervenir en el debate
encarando una reproducción social consciente2.
Históricamente, la enseñanza de las ciencias sociales, incorporó entre sus propósitos la
formación de ciudadanos, pero como sostiene Siede (2007), no siempre queda claro qué
significa esta tarea.
A lo largo de este escrito sostengo que la enseñanza debe estar orientada a la formación
de estudiantes capaces de participar conscientemente en la discusión pública. Para ello
es menester que favorezca a la comprensión de la realidad social; contribuya a la
formación de un pensamiento crítico y creativo; y promueva la intervención social y la
transformación de la realidad, en una dirección que fortalezca la vida democrática.
(Santisteban, 2011)