Resumen:
El trabajo consistió en el estudio sedimentológico, mineralógico y geoquímico de 9
muestras de un testigo de sedimento extraído del brazo sur del lago Caviahue, de
carácter ácido, con el objetivo de identificar las causas de las variaciones
mineralógicas y utilizar la información obtenida como un indicador paleoambiental
incluyendo la posibilidad de identificar ciclos eruptivos pasados. Las técnicas de 210Pb
y 137Cs no permitieron obtener un fechado adecuado debido a los perfiles de actividad
específica obtenidos. Los datos de materia orgánica y de densidad registrados
muestran ciclos de crecimiento y decrecimiento relacionados principalmente con los
registros de actividad volcánica, manteniendo una relación inversa entre ellos. La
granulometría dominante del sedimento es limo medio, con escasas participaciones
de arena muy fina y de limo grueso. La composición mineralógica sobre muestra total
se mostró constante a lo largo de todo el registro a excepción de la presencia de pirita
de origen biogénico hallada en el nivel CV-55; los valores promedios son: amorfos
(80%), plagioclasa (8%), cristobalita (7%), piroxenos (2%), tridimita (1%), cuarzo (1%),
magnetita (<1%) y pirita (<1%). Los componentes amorfos fueron descriptos y
cuantificados por análisis petrográfico sobre muestra total, y corresponden a amorfos
inorgánicos (37-66%) y amorfos orgánicos (11-35%). Los primeros incluyen al vidrio
volcánico y agregados amorfos inorgánicos, para los cuales se sugiere un posible
origen en los materiales de alteración de la cuenca transportados principalmente por
el rio Agrio, mientras que los amorfos orgánicos (diatomeas) son de carácter alóctono
y su presencia está íntimamente relacionada a los cuerpos de agua dulce que
contribuyen al lago. El análisis geoquímico realizado revela una composición
elemental promedio de Si (83%), Al (6.4%), Fe (3.4%), Ca (1.8%), Na (1.6%), K
(1.2%), Ti (0.9) y Mg (0.8%) (el S no fue cuantificado, sin embargo la bibliografía
sugiere hasta un 6%); la comparación en el diagrama multielemento con las tefras
emitidas por el volcán Copahue entre los años 2000 y 2012 muestran una afinidad
marcada, pudiendo observar que existe una estrecha relación entre el material que
compone el sedimento lacustre con el material volcánico que compone la cuenca. La
integración de los resultados obtenidos permitió diferenciar el testigo en tres
principales zonas. La Zona Inferior (1) está caracterizada por depósitos masivos
reflejando probablemente aporte estable de material, proponiendo el evento volcánico
observado como correspondiente al año 1960-61. La Zona Media (2), posee una
laminación marcada por diferencias mineralógicas (fases silíceas), infiriendo su
formación a partir de su mayor disponibilidad en la cuenca, asociando los depósitos
previos y la tefra a los procesos ocurridos durante el ciclo eruptivo 1992-95. La Zona
Superior (3) está representada por fases laminadas (diferentes a la Zona Media) que
culminan en un nivel de tefra posiblemente del año 2012, a partir del cual un depósito
masivo se asoció a procesos de desestabilización del sistema asociado a dicha
erupción y/o efectos de afluentes. El presente estudio brinda valiosas herramientas
para la identificación de eventos que permiten avanzar en el establecimiento de un
marco cronológico del testigo, realizando inferencias sobre los periodos de tiempo
asociados a los procesos de sedimentación actuantes.