Resumen:
El interés en preservar el patrimonio arquitectónico trasciende la
necesidad básica y consensuada de trasmitir sus valores a las
generaciones futuras. Importa, también, como referente para la creación
de nuevas arquitecturas pues las investigaciones históricas han
demostrado el valor de los mensajes del pasado para la crítica y reflexión
de la cultura arquitectónica contemporánea. Del mismo modo, rescatamos
su importancia como testimonio documental, cuya interpretación
contribuye a llenar vacíos historiográficos, facilitando el análisis de los
procesos desarrollados en la construcción y ocupación del espacio. En
esta oportunidad, el estudio del patrimonio construido y habitado, tanto
urbano como rural, ha permitido analizar criterios y políticas desarrolladas
en cada una de las ciudades estudiadas, aportando información de
carácter histórico.
El trabajo que aquí presentamos está referido a las provincias de Tierra del
Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur, Santa Cruz, Chubut, Río Negro,
Neuquén y partido de Patagones, en el sur de la provincia de Buenos Aires1.
El estudio puntual se centró en las ciudades de Ushuaia, Río Grande, Río
Gallegos, Caleta Olivia, Comodoro Rivadavia, Rawson, San Carlos de
Bariloche, Viedma, San Martín de los Andes, Neuquén y Carmen de
Patagones, durante el período comprendido entre el año 1942 (primeras
acciones formales en materia de preservación2) y diciembre de 2005.