Resumen:
Las organizaciones y las personas pueden tener hoy
fácilmente acceso a la tecnología más avanzada, pero esto no les
asegura el éxito y la supervivencia en esta emergente sociedad
del conocimiento. Sólo los recursos humanos adecuados
pueden establecer la diferencia y constituyen la real ventaja
competitiva. En este marco, la fuerte competitividad en la que
está inmerso el sector turístico provoca que las empresas que lo
configuran se vean obligadas a realizar continuas mejoras, no
sólo en productos y servicios, sino fundamentalmente en la
gestión de las personas que forman parte de la organización. La
competencia por el talento, las capacidades y habilidades es
creciente, y las organizaciones y empresas, sin importar su
escala, ya no sólo administran personal sino que deben ser
capaces de atraer, motivar, desarrollar y retener a los recursos
humanos adecuados.