La Psicología Social Comunitaria Latinoamericana forma parte de un cambio epistemológico- metodológico psicosocial en los años setenta. Buscando hacer ciencia propia y avanzar frente al colonialismo intelectual, partió, entre otros, de aportes de Orlando Fals Borda (Sociología Militante - Colombia), Paulo Freire (Educación Popular - Brasil) y Maritza Montero (Psicología Social - Venezuela), para trabajar activamente con poblaciones oprimidas (periferias urbanas y rurales, movimientos sociales), colocando a la comunidad como protagonista de sus decisiones, acciones y luchas, y buscando la transformación social. Este horizonte ético-político continúa siendo inspiración, pero tiene límites heredados de una ciencia occidental, moderna, racionalista y urbana, con marcas coloniales y patriarcales que se han expresado en efectos de captura desde las políticas públicas, academicistas y profesionales. Actualmente, la Psicología Comunitaria está atravesada por la tensión entre quedar aprisionada en estas lógicas o buscar articulaciones que le permitan repensarse, renovando categorías de pensamiento y acción. Nos proponemos re-visitarla desde diferentes inspiraciones teórico-metodológicas (feministas, decoloniales, políticas de lo común, etc.) para potenciarla críticamente. Partimos de las enseñanzas de movimientos sociales, comunidad y academia en Argentina, Uruguay, Brasil y Cataluña para repensar la clásica división entre agentes internos y externos, proponiendo un rizoma de aperturas prometedoras en la acción colectiva.
Latin American Community Social Psychology forms part of a
psychosocial epistemological- methodological change in the seventies. Seeking to
create its own science and advance in the face of intellectual colonialism, it took,
among others, contributions from Orlando Fals Borda (Militant Sociology -
Colombia), Paulo Freire (Popular Education - Brazil) and Maritza Montero (Social
Psychology - Venezuela), to work actively with oppressed populations (urban and
rural outskirts, social movements), placing the community as the protagonist of
their decisions, actions and struggles, and seeking social transformation. This
ethical-political horizon continues to be inspiring but has inherited limits of a
Western, modern, rationalist and urban science, with colonial and patriarchal
marks that are expressed in effects of capture from public, academic and
professional policies. Currently, Community Psychology is traversed by the tensio between being trapped in these logics and seeking articulations that allow them to rethink and renew categories of thought and action. We propose to re-visit it from different theoretical and methodological inspirations (feminist, decolonial,
political of the common, etc.) to enhance it critically. We start from the learnings
from social movements, community and academia in Argentina, Uruguay, Brazil
and Catalonia to rethink the classic division between internal and external agents,
proposing a rhizome of promising openings in collective action.